POR MILAGROS SHANLATTE
Para ECOS DEL SUR
Se acerca el 30 de junio, fecha en que se celebra en la República Dominicana el día del maestro, por tal razón en esta semana se realizan actividades en conmemoración de tan importante fecha, en ellas se recuerdan aquellos maestros y maestras que han dejado huellas y su marca imborrable en la formación de grandes seres humanos.
La educación para todas las personas es importante, es vital, por esto los primeros educadores son los padres, quienes tienen la responsabilidad, de la formación integral de los hijos y las hijas, si bien es cierto que la palabra MAESTRO tiene un origen latino ''magister'', también es cierto que en su esencia está el gran peso de la enseñanza, la formación, el entusiasmo y el amor.
Quiero destacar los aspectos positivos de esa profesión tan digna y significativa porque ser maestro o maestra, es destacarse por sus virtudes valores, habilidades y competitividad, pues ese maestro, maestra eres tú, quien está dotado de los conocimientos y habilidades para contribuir a la formación personal y social de la población estudiantil.
La grandeza del maestro y de la maestra se resalta cuando en los evangelios aparece el término MAESTRO 48 veces, que es uno de los pocos títulos que Jesús se atribuye a sí mismo.
La palabra ‘’maestro’’ está reservada a todo aquel que con su ejemplo y sus conocimientos pude ser capaz de enseñar a hacer, a ser, a convivir, a aplicar, por eso el gran maestro griego, Sócrates, aplicaba dentro de sus métodos de enseñanza, técnicas por medio de las cuales hacia posible que sus alumnos crearan, descubrieran y así, en ese entonces, explicaban su propio aprender.
Hoy, se encuentran en las aulas dominicanas varios ‘’Sócrates’’, quienes ejercer la función de orientar, guiar, conducir, asesorar, acompañar, participar, estimular, por eso, maestro se le llama a los guías espirituales según algunas tradiciones y religiones. Se usa ese término también para algunas figuras históricas que impartieron enseñanzas notables y que perduran a través del tiempo.
Maestro, maestra, la esperanza se forja en ti, porque eres quien ejerce la acción de educar por el camino del bien, de forma que puedas hacer honor a ese gran nombre ‘’maestro’’, porque te actualizas cada día, amas tu profesión, te adaptas a un mundo cambiante con la única misión de aportar para una sociedad mejor, con unos ciudadanos íntegros y formados en valores éticos y morales, por ser importante ¡felicidades maestros y maestras!