POR ÁGUEDA RAMÍREZ DE RODRÍGUEZ,
para Ecos del Sur.
Nacido en Barahona el 14 de marzo del 1910, fueron sus progenitores Don Eugenio Matos Maceo y Doña Olimpia Salinas. Con su esposa, Doña Esther Toral Cavallo, procreó a Esther Olimpìa, a Rosario y a Eugenio Benjamín.
Habiendo obtenido el grado de bachiller, se dedicó al transporte de carga por la vía marítima entre esta ciudad y la Capital, utilizando para ello barcos de su propiedad entre finales años 30 y principios de los 40. Durante los años 50 se desempeñó como Contador en la Casa Toral y en la misma época fundó una fábrica de blocks.
Ya en 1951, en terrenos propios y de sus padres comprendidos entre las calles Carlos A. Mota y Víctor Matos, uno de los tramos de la Anacaona y la Uruguay, había abierto calles que facilitaron el acceso a una zona de la ciudad que se encontraba despoblada, contribuyendo de esta forma con el desarrollo urbanístico de la misma.
Amante de la naturaleza, mantenía en el frente de su residencia ubicada en la calle Uruguay esquina Carlos Alberto Mota de esta ciudad un jardín en el cual cultivaba con esmero diferentes especies de flores tales como claveles, azucenas, rosas y otras plantas ornamentales que por su gran belleza despertaba la admiración de todos cuantos le conocimos. En el resto del terreno que rodeaba la residencia de esta familia se cultivaban frutos diversos y se criaban animales domésticos.
Las actividades sociales de Don Marino G. Matos se desarrollaron en el Casino del sur Inc., del cual fue directivo y en el club Rotario, del cual fue co-fundador en 1943.
Una cancha deportiva construida por el Club Rotario, situada en la esquina formada por las calles María Trinidad Sánchez y uno de los tramos de la Anacaona, fue designada con su nombre.
Víctima de un Accidente Cerebro Vascular que lo mantuvo inválido durante 22 años, falleció el 7 de agosto del 1987, a la edad de 77 años
