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sábado, 22 de noviembre de 2014

OPINION: Familia y sociedad

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POR BIENVENIDO MÉNDEZ GALARZA

La República Dominicana celebra en estos momentos el mes de la familia y concluye con diversos actos el domingo 23 en varios puntos del país.

Hay que saludar todas esas iniciativas porque no es un secreto el grado de deterioro, división y pérdida de principios de la familia dominicana en las últimas décadas.

Las causas son multifactoriales, pero gravitan con gran incidencia el alcohol, el abandono del hogar, las drogas, el desempleo, y otras lacras que son desintegradores familiares por excelencia.

La familia es una sociedad y una institución y muchos teóricos entienden que es fundamental para lograr el tipo de sociedad que buscamos, y que la violencia, el desamor, la falta de solidaridad y otros dolores de cabeza sociales se resuelven por efecto domino si fortalecemos la familia.

Compramos esas ilusiones teóricas de fortalecer la familia como institución, si el Estado y la sociedad civil ejecutan programas serios tendentes a cambiar las debilidades que erosionan a la familia dominicana.

Parece muy bonito y elemental decir que fortaleciendo la familia se logra la sociedad ideal, pero emprender las acciones que cambien esa realidad parece cuesta arriba y utópico en estos momentos de la realidad nacional que vivimos.

Aunque hay que reconocer que el Derecho de Familia en los últimos años ha cambiado sustancialmente al establecer la igualdad entre los hijos legítimos y naturales y entre el marido y la mujer, así como la jurisprudencia que reconoce ciertos efectos al concubinato, antes ignorado por el Derecho.

Esos avances legislativos con novedosas normativas fortalecen la familia como institución, y constituye un paso de avance en las aspiraciones de rescatar el núcleo fundamental de la sociedad.

Un buen sistema jurídico debe proteger la vida e integridad física de las personas, porque la familia es un grupo de personas bajo un mismo techo que hacen vida común, y la vida es un bien jurídico protegido.

Ojala la celebración en mi país del mes de la familia constituya el inicio de un conjunto de acciones legislativas, asociativas, publicitarias, religiosas, etc. que sirvan para impulsar la imperiosa necesidad de unificar a la familia dominicana para que surja la sociedad a la que aspiramos las grandes mayorías nacionales, es decir, más justa, sana, y con equilibrio de la riqueza, donde la brecha entre ricos y pobres no sea tan marcada y distante.