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domingo, 11 de octubre de 2015

OPINION: Carta pública para Barahona: ¡nuestro compromiso! Sigue… 1 de 2

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POR VICTOR MATEO VASQUEZ

Durante las elecciones de 2012, específicamente para el mes de abril, decidí hacer público mi interés de contribuir con el desarrollo de mi provincia, mi querida Barahona. Utilizo el término “público”, porque en círculos de intimidad –familiares, amigos y allegados- siempre han conocido mi interés y pasión desde niño por la política, a pesar de que no estoy de acuerdo con la forma que ha adoptado nuestro país, en cuanto hacer mal uso de una de las ciencias mas nobles que se conoce en la historia de la humanidad.

A partir de dicha fecha, gracias a la confianza depositada por un amigo barahonero de nombre Bolívar Ventura, inicié un periplo por la mayoría de los municipios, con la finalidad inminente, de apoyar las aspiraciones de nuestro actual Presidente, el licenciado Danilo Medina; llevando soluciones inmediatas en áreas identificadas y desatendidas históricamente en esta demarcación, como son: mujer, juventud, discapacitados y deportes.

Mi satisfacción fue enorme, pues me sentí útil y agradecido por haber alcanzado dos objetivos cuando en principio busqué uno: ganamos la Presidencia y centenares de personas me acogieron y hasta el día de hoy siguen creyendo en mí.

A diferencia de los “políticos” de nuestra provincia, sin ánimos de que se mal interprete, desde que finalizó la campaña de 2012, entendí que había cumplido con mi partido, con mi pueblo, con mi gente y, sobretodo, con el ingeniero Ventura, por la confianza y el apoyo, pero no. No fue así.

Entonces,  adopté la postura de seguir yendo a las comunidades, no solo con soluciones deportivas, ni de asistencia social, sino hasta con charlas y conferencias en centros académicos de gran prestigio, sin valerme de presupuestos institucionales, más bien con mi propio peculio, dígase, capital.

De inmediato, un sin número de dirigentes de mi partido, líderes comunitarios, líderes deportivos y vinculados a obras comunitarias de toda la provincia, empezaron a contactarme y a solicitarme para llevar algunas de las mencionadas soluciones, que de más está decir, no se han hecho con fines políticos, sino más bien sociales, ya que después de 2012 el proceso venidero sería 2016; y, por ende, era extemporáneo iniciar con fines “políticos”, pues ya sabe aquel que ha estado inmerso en estos menesteres, lo que conlleva durar tres ó cuatro años de manera ininterrumpida con aspiraciones declaradas.

Para sorpresa nuestra (ya conformado un equipo en mi entorno), el recibimiento siempre fue caluroso, pues mis compañeros políticos y los distintos líderes se enfrascaron en vender mi figura más allá de las obras sociales, algo que me regocijó, aunque nunca me creí más allá.

Hay quienes han observado en mí distintas virtudes, según comentan: madurez -sobretodo política-, inquietud por aportar, sinceridad, honestidad y compromiso. Es por ello, que quiero agradecerles públicamente a todos, su apoyo y generosidad, pues sin ustedes, no habría logrado colocarme en el corazón e intención del pueblo, ya que para muchos la esperanza se convertiría en realidad, gracias a una de las caras frescas que adornaría el proceso.

Algunas encuestas me colocaron –en términos de proyección- en una excelente y cómoda ventaja, por encima de actuales incumbentes, pese a no tener “recursos monetarios”, sino más bien, gracias a un contacto directo, sincero y mutuo que sostuve constantemente con la sociedad barahonera, y hasta se decía que yo saldría “seguro”. Claro está, siempre he utilizado una frase dicha por uno de los más destacados políticos de la postrimería del siglo XX en nuestro país, cuando dijo: “no hay algo más peligro para el triunfo que el triunfalismo”, es decir, nunca me he creído superior a nadie.

Luego, como ya es sabido, mi partido adoptó posiciones legítimas que evitaron cualquier decisión final en torno a mis aspiraciones. Sin embargo, como un soldado asumí los acuerdos arribados por las altas instancias de mi partido, porque soy de los que entiende que el “interés general debe primar sobre el particular”.

Transcurrido lo anterior, aquí estoy, pendiente de todos los sucesos de mi provincia, con menos activismo, pero al tanto. La coyuntura me otorga una nueva oportunidad de servir y sembrar, porque estoy seguro que muy pronto, léase bien, muy pronto con ayuda o sin ayuda, pero si con la gracia de Dios, volveré a estar en contacto directo con todos ustedes, con aquellas personas que aun siguen pendientes a mi y que yo también estoy pendiente a ellos, porque creo en el cambio, porque pienso que la prudencia debe siempre adornar al hombre.