Un hombre como Leónidas Temístocles Féliz Suárez, con su don de gente, su aplicación humanista del juramento hipocrático en su condición de médico siempre al servicio de su comunidad, verdadero artesano, artista, activista cultural, líder histórico de las Cachúas de Cabral, hijo, esposo y padre ejemplar, no puede morir nunca.
Cuándo Domingo Féliz me confirmó el fallecimiento de Temito, también supe que Selman, Ministro de Cultura, estaba en Barahona y que no fue al velatorio, no dio el pésame y no hizo el pronunciamiento merecido ante la partida física de un hombre como Temito, eso me dolió en el alma y fue otro factor para planear el lanzamiento de una iniciativa de proyección a la eternidad de un hombre y un legado que merecen la gloria que se han ganado.
Así surge la idea de la dedicatoria del 23 aniversario de Orientación Popular, celebrado el domingo 6 de diciembre, 2020, en el Centro Cultural María Montez del Ministerio de Cultura, en Barahona, al grande cabraleño, barahonero, sureño, dominicano e internacionalista, Leonadas Temístocles Féliz Suárez.
Desarrollando el programa llegó el momento de resaltar a Leónidas Temístocles Féliz Suarez (TEMITO) y lo hizo el historiador Welnel Féliz, quien en una apretada síntesis, resaltó al gran ser humano, líder de Las Cachuas de Cabral y médico de pueblo, que se nos fue físicamente el 28 de junio de este año.
Allí estaban Rafaela Féliz, la viuda de Temito, sus hijos, hermanos y otros familiares, testimoniando la madera de este hombre ejemplar, los contemplaba, sentía como ellos y aunque me propuse recordarlo con alegría, no pude evitar el llanto y las lágrimas que tomé prestadas a la Laguna de Cabral y al río Yaque del Sur que lo siguen llorando a cántaros, confieso que mientras escribo estas notas, las lágrimas brotan de mis ojos y mi rostro se humedece como si en el se desbordaba nuestro querido río Birán, lo que no puedo evitar.
Me remonto a las palabras de Thelma Batista, recordando la candidatura de Temito a la Alcaldía de Cabral y sus conversaciones políticas, probablemente las últimas que sostuvo antes de esa partida a destiempo, confirmando toda la bondad, humildad y entrega de este gran hombre.
Entonces invité a los familiares de Temito a desvelizar su foto en el local del programa Orientación Popular, lo que hicieron una parte mientras la otra parte entonaba la música de los fuetes que tanto gustaba soñar Temito, con sus caretas como testigo.
A Yasmely Féliz Pérez, hija de Temito, le correspondió el privilegio de retirar la tela blanca que cubría la foto de su padre, colocada en una pared, donde a diario se podrá ver y apreciar para que sirva de homenaje permanente a este hombre extraordinario.
Yo de mi parte, me quedo con el orgullo de ser su amigo eterno, de compartir los escenarios de Cuba, Estados Unidos y la República Dominicana, donde sus caretas multicolor y su fuete tricolor sonaron como el trabuco de Mella, resonando permanentemente como eco en Cabral y Barahona.
También me quede con una de las últimas caretas confeccionadas por Temito, que me obsequiaran sus familiares, en presencia del Director Provincial de Cultura, mi compañero, amigo y hermano histórico, Bienvenido Matos Pérez, quien debe ayudarnos en la tarea de demostrar que Temito vivirá por siempre.
