El presente gobierno de Luis Abinader, logró instalarse aplicando una estrategia basada en el bulto y la mentira, nos confundió a todos, nos engañó a todos.
Dentro de las grandes falsedades para captar el voto masivo de las mujeres, fue afirmar al país su apoyo a las tres causales, lo dijo y dio los argumentos de fondo y escénico para que le crean, caso que generó simpatía general en todo el sector feminista.
Mientras las mujeres reclaman por que las tres causales sean incluidas en todo el paquete del código penal a ser abordado en el Congreso Nacional, el señor Presidente Luis Abinader, se hizo de la vista gorda y permitió que sus legisladores en el Congreso sacaran del paquete las tres causales, lo que generó el establecimiento de un campamento de mujeres frente al Palacio Nacional.
Ante la presión que recibe el gobierno de un lado y de otro, es decir de las mujeres por sus derechos y de los sectores conservadores del país, el mandatario se destapa con un discurso de doble moral, diciendo que "deja libre" la bancada del PRM para que voten en libertad por una posición u otra.
Es que no fue Abinader el que se comprometió con asumir las tres causales, fue el líder-candidato de un partido y ahora, como siempre, da marcha atrás, engañando con ello a todo el sector feminista.
Es que Abinader no es una cosa y el presidente de la República otra cosa, es la misma figura, la que traza el comportamiento de su bancada en el Congreso Nacional.
Cuando al Congreso Nacional se ha introducido la cadena imparable de endeudamiento, Ud. a ordenado postura unánime a los congresistas del PRM para que levanten sus manos, pero ahora, según dice, él es una cosa aislada y sin liderazgo y el presidente de la República es otra cosa.
El caso es que la máscara se le caerá cuando sus legisladores claudiquen ante el sector conservador, eliminando tras el debate las tres causales, y llegue el turno al presidente de vetar o promulgar el nuevo código penal con las causales o no.
