Respecto de mi norte en la política, algunos amigos están confundidos, es probable que por la mala práctica política dominicana de antaño asuman ideas equivocadas basadas en prejuicio.
La praxis política la veo como otra actividad que puedo ejercer, añadiendo dignidad y límites éticos, de forma que no afecte otros importantes planos de mi vida.
Procuro servir y para hacerlo, no necesito ninguna posición, ni política ni empresarial ni económica, lo he hecho siempre desde los ángulos en donde me encuentre.
El servicio al otro parte siempre de una vocación natural.
No seré un incondicional que, a costa de cualquier precio, pretenda un espacio en una organización donde no me sienta bien o no comulgue con el accionar de sus dirigentes.
Mi espacio ideal será aquel en donde pueda desarrollar ideas sanas, donde la única restricción a mi libertad sean la ética y la ley, y donde pueda practicar en toda su extensión la democracia.
