Sobre esto último, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas, 69 de las cuales se sabe que son cancerígenas. Aunque el humo puede ser invisible e inodoro, puede permanecer en el aire hasta cinco horas, es decir, es una forma peligrosa de contaminación del aire, sobre todo en espacios cerrados.
Por esa razón, no hay que esperar a que aparezcan síntomas como congestión o inflamación del pecho, para liberar los pulmones de contaminantes, así como de mucosidad e irritantes.
De acuerdo al portal especializado Medical News Today, algunos métodos que contribuyen a que este par de órganos se mantengan en buen estado, también ayudan a que se abran las vías respiratorias, se mejore la capacidad pulmonar y se reduzca la inflamación.
Bajo ese contexto, según el artículo del sitio experto, el cual además fue revisado por la doctora de medicina interna Alana Biggers, existen tanto ejercicios de respiración como consejos sobre el estilo de vida que pueden ayudar a eliminar el exceso de mucosidad de los pulmones y con ello mejorar la respiración.
La primera recomendación, y quizás una de las más conocidas, es practicar la terapia de vapor. Inhalar vapor de agua ayuda a abrir las vías respiratorias y a que los pulmones drenen la mucosidad. Por eso las personas con afecciones pulmonares, al practicar este método de limpieza, notarán que sus síntomas mejorarán y podrán respirar con mayor facilidad gracias al calor y humedad que el vapor provee al aire.
Al respecto, un estudio citado por Medical News Today, y que contó con participación de 16 hombres con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc), afección pulmonar que dificulta la respiración, evidenció que la terapia con mascarilla de vapor condujo a frecuencias cardiacas y respiratorias significativamente más bajas en comparación con la terapia con mascarilla sin uso de vapor.
Pese a esto, los participantes no reportaron mejoras duraderas en su función respiratoria, por lo cual esta terapia podría ser una solución temporal efectiva, mas no definitiva. Se requieren más estudios para comprender mejor los beneficios de la misma en la salud pulmonar.
Un segundo truco que se puede practicar para limpiar los pulmones es toser controladamente. Como ya es sabido, la tos es el mecanismo que el cuerpo usa para expulsar naturalmente las toxinas que ha atrapado en la mucosidad. En ese sentido, practicar la tos controlada ayuda a aflojar el exceso de moco en los pulmones y enviarlos a través de las vías respiratorias, explica el portal especializado.
Para hacerlo, lo primero que se debe hacer es sentarse en una silla con los hombros relajados, manteniendo los pies completamente apoyados sobre el piso. Luego, se deben cruzar los brazos sobre el estómago, inhalar lentamente por la nariz y exhalar lentamente mientras se inclina el cuerpo hacia adelante, presionando los brazos contra el estómago.
En ese punto, se debe toser 2 o 3 veces al exhalar, manteniendo la boca ligeramente abierta y luego inhalar lentamente por la nariz. Culminado el proceso se puede descansar y repetir las veces que lo considere necesario.
Sumado a esto, los expertos también recomiendan hacer ejercicio, rutina corporal que no solo ayuda a mejorar la salud física y mental de las personas, sino que también obliga a los músculos a trabajar más, lo que aumenta la frecuencia respiratoria del cuerpo y con ello hay un mayor suministro de oxígeno a los músculos.
Ahora bien, teniendo en cuenta que para las personas con afecciones importantes en materia pulmonar es un poco difícil hacer ejercicio, es fundamental que antes de someterse a cualquier actividad física consulten con un profesional que les asesore sobre qué prácticas físicas le convienen más.
Por último, acerca de qué se puede consumir para ayudar a mejorar la respiración, Medical News Today indica que beber té verde puede ayudar a reducir la inflamación en los pulmones, debido a que contiene antioxidantes.
Asimismo, consumir alimentos antiinflamatorios como la cúrcuma, los vegetales de hoja verde, cerezas, arándanos, aceitunas, nueces, frijoles y lentejas, puede ayudar a que se reduzca la inflamación y el pecho se sienta menos pesado y congestionado.
