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martes, 30 de noviembre de 2021

Te cuento mi historia

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Por Indhira Castro

Hola! 
𝗧𝗲 𝗖𝘂𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗠𝗶 𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮

Mi nombre es Indhira Castro propietaria de IC Boutique. 

Todo empezó en una maleta cargada de sueños, cargada de mucho amor y valentía. 

Te cuento que me trasladaba a diferentes casas a vender mis ropas, muchas veces me iba en motor a venderlas, en otras ocasiones iban a mi casa a comprarlas. 

Aquí les etiquetaré a algunas de mis primeras chicas que no me dejan mentir. @2022lizp @eli0029 @cristal_pf01 @anacaona267   

Luego para el 2018 alquilé un local para poner mi tienda sin tener mercancía y les cuento que llegué a pagar renta sin vender, pues todos los días me sentaba en un mueble que tenemos fuera de la tienda y me visualizaba como iba a hacer todo.

Luego de tanta lucha y espera llegué a comprar algunas cosas para vender con poco dinero que había obtenido. 

"Dios y yo sabemos” 

Les cuento que todo fue lento, yo sabía y entendía  que los principios eran siempre difíciles y que todo aquello iba a pasar, que era un proceso. 

Me dije, tenemos que guayar bien la yuca para llegar y empecé a vender y vendía muy poco; sin embargo, a pesar de eso siendo madre soltera con sus altas y bajas seguía enfocada y de forma continua. 

Hubo muchas puertas cerradas, muchas personas que no creían en mí, pero seguía.

 Todos los días le pedía a Dios que me guiara, tenía la certeza que iba a llegar de su mano y le rogaba con mucha fé que no me soltara, que me abriera todas las puertas en este largo recorrido que aún quedaba. 

Luego de pasar casi 3 años decidí cambiar hacía otro local donde quería estar desde un principio, pero al parecer ese no era el lugar donde Dios me quería, pese a haber formado una sociedad que al final no funcionó poco tiempo después. 

Y adivinen qué? Decidí volver al local inicial y después llegó la pandemia de la Covid-19. Sólo dije, waoooo vuelvo a empezar de nuevo y agradecí a mi creador por todo lo aprendido. Agradecí una y otra vez. Les cuento además que al cargar mi espejo para ponerlo en el local donde volvía  había explotado y volví a dar gracias. 

En ese transcurso había participado en un diplomado internacional con mi emprendimiento, siendo uno de los seleccionados para un capital semilla y me convencí que de los errores aprendemos y mucho.

En ese entonces volví a reinventarme y aquí estoy yo haciendo lo que tanto me gusta, porque esto es lo que amo. Este fue el proyecto que Dios puso en mí camino para seguir creciendo junto a mis niñas y mis seres queridos, pero también donde puedo ayudar a los demás a creer en sí mismos más allá del estilismo.