Me uno al dolor familiar que causa la pérdida física del notable munícipe Fabio Vargas, el Cirujano del Pueblo, un slogan que hizo popular mi padre Elphis Pérez al asumir la publicidad sónica en la campaña que llevó a diputado a Vargas en el año 2010.
Entre mi padre y Fabio siempre hubo buen trato y respeto, criterios que también ha seguido su hijo, Luis Carlos Vargas en el trato con mi padre y conmigo mismo, pese a que fuimos contendientes en sendas aspiraciones a diputado en las elecciones congresuales pasadas.
La partida existencial del doctor Vargas genera un vacío profesional y humano muy difícil de llenar: Fabio fue un médico que salvó muchas vidas, las mayorias de las veces gratuitamente.
Fue un excelente profesional de la medicina. Pido a Dios obrar consolación en la familia Vargas Rondón.
