Seguimos montados en el mismo tren desde los tiempos de Balaguer. Es lamentable que los que quienes se preparan profesionalmente, tengan muy pocas oportunidades de poder conseguir un ingreso que le permita enfrentar la carestía de los productos de primera necesidad y de los bienes y servicios que hay que adquirir para vivir de manera digna.
Más aún, cuando muchos profesionales participan en un proceso de selección para entrar a laborar en alguna plaza vacante de una institución del Estado, no son tomados en cuenta si no pertenecemos al Partido de Gobierno.
El recién culminado proceso de oposición docente realizado por el MINERD, ha llamado la atención de la mayoría de los participantes que pasaron las pruebas, porque a los organizadores o coordinadores de ese proceso, no les ha importado que hayan sido promovidos para tomarlos en cuenta, porque sencillamente han favorecido a los compañeros del Partido que nos gobierna.
No podemos seguir inmersos en la misma práctica que ha venido arrastrando nuestra sociedad, priorizando el amiguismo político, donde a quienes nos dirigen no les importa quienes estudiamos y duramos 5 años haciendo una carrera universitaria, gastando dinero, tiempo y sacrificio. Los políticos deben saber que todos tenemos derecho a ganarnos la vida de manera decente y apropiada.
Basta ya de lo mismo, basta de seguir beneficiando a un grupo sólo por la simpatía política y dejar a un lado a muchos profesionales padres de familia, que lo único que quieren es ganarse la vida y sustentar su familia.
* El autor es periodista.
