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martes, 5 de abril de 2022

Obispos de las tres Diócesis de la Región Sur se reúnen para analizar la realidad de sus iglesias locales.

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Por Luis Darío Peña

SAN JUAN DE LA MAGUANA: Monseñor Víctor Masalles, obispo de Baní, Monseñor Andrés Napoleón Romero Cárdenas, obispo de Barahona y Monseñor Tomás Alejo, obispo de San Juan de la Maguana, desarrollaron una agenda de tres puntos relacionados con la vida de las personas y las comunidades de las 9 provincias que integran las 3 Diócesis del Sur:

En primer lugar, fortalecer la fraternidad entre ellos, como pastores hermanos de la Región.

Segundo, dialogar sobre la realidad social y económica de la región, con el fin de apoyar, desde su misión, la promoción y desarrollo de la misma, sobre todo en la educación, el medio ambiente y el comercio. 

Coincidieron sus opiniones en que el Sur es una Región que tiene mucho que ofrecer, tanto a nivel Nacional como internacional, pero que todavía permanece en letargo. 

Los recursos humanos de la zona tienen que emigrar porque aquí no están los mercados donde ellos puedan desarrollarse como profesionales y así impulsar el desarrollo que se necesita. 

Otro punto importante que trataron los obispos del Sur fue el manejo de los recursos naturales y cómo aprovecharlos sin dañar el medio ambiente. 

En el ámbito eclesial analizaron la realidad pastoral de sus diócesis, entre los desafíos urgentes destacaron la escasez de sacerdotes y el empoderamiento de los laicos. 

Visualizaron en un futuro cercano abrir escuelas de formación laical para seguir preparando a los líderes laicos. 

Este fue el primer encuentro de esta naturaleza, pero se comprometieron a continuarlo para implementar en estas diócesis hermanas el Espíritu Sinodal que mueve a la pastoral iglesia en este tiempo.

El encuentro tuvo lugar en el obispado de San Juan de la Maguana, este lunes 4 de abril. 

Los prelados católicos mostraron preocupación ante el hecho de que las nueve provincias del sur ocupen aún los primeros lugares en el mapa de la pobreza del país.

Demandan de los sectores empresariales, líderes políticos, sociales y religiosos a poner en marcha iniciativas que encaminen a esas provincias hacia un cambio positivo de su realidad.

Entienden que el desarrollo de esos pueblos será posible si desde el gobierno y las instituciones se hacen mayores inversiones en obras de bien común, de servicios en favor de la colectividad, se construyen hospitales, escuelas y si los empresarios no se llevan el capital para invertirlo en otros lugares como el Norte y el Este del país, sino que, el dinero ganado en las actividades comerciales lo inviertan en sus comunidades, y que entiendan que no deben pedir todo a los presidentes.