El problema de Roberto Santana no es con La Magistrada Mirian German Brito, una Magistrada seria, honesta, ética y capaz e incorruptible, sino con el grupo que la sacó de la Suprema Corte de Justicia y que permanece enquistado en la Procuraduría General de la República y en casi todo el Ministerio Publico apoyando la corrupción y la impunidad.