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domingo, 1 de enero de 2023

LECTURA DEL DOMINGO: Club Deportivo Barahona.

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Por Águeda Ramírez de Rodríguez
Para El Faro del Sur.
Fotos: archivo electrónico.

Dice Liduvina Betsaida Burroughs Cuevas que siempre fue su deseo, o mejor dicho, su sueño, representar a su querida Barahona en algún evento nacional, especialmente en el deporte que más le ha apasionado, el Voleibol.

Siendo ella muy joven, en su etapa de estudiante, el liceo Dr. Federico Henríquez y Carvajal ganaba los juegos intramuros que se organizaban entre las diferentes  escuelas y colegios de la provincia, pero cuando competía contra Neyba, Duvergé y Pedernales perdía, de tal manera que siempre escogían como refuerzo, a algunas de las integrantes del equipo, entre ellas Maricela Moscoso, Miriam Pineda (ambas fallecidas) y Betsaida.

En 1972, participó  como refuerzo por San Juan de la Maguana en los Juegos Nacionales Estudiantiles celebrados en Santo Domingo, con tan buen desempeño que fue escogida para formar parte de la preselección para los Juegos Centroamericanos y del Caribe a celebrarse en 1974 en nuestro país. 

¡Cuántas vivencias alcanzadas tanto técnicas como competitivas, a nivel nacional e internacional! Luego de estos históricos juegos, los cuales sirvieron para abrir las puertas del país al deporte en sentido general, todas las muchachas que participaron en ellos se retiraron hacia sus respectivas provincias. 

A partir de tales vacaciones, Betsaida puso en práctica su gran sueño: conformar un club específicamente dedicado a la práctica del voleibol tanto masculino como femenino.  Luego decidió trabajar solo la rama femenina, con un promedio de jóvenes de no menos de veinte muchachas, quienes tenían sus mismos sueños: conformar un equipo que compitiera y ganara a las demás provincias la representación de la zona suroeste en los diferentes eventos nacionales relacionados con nuestro deporte, el volibol. Ese club nació el 9 de mayo del 1975 con el nombre de ″Club Deportivo Barahona″, bajo el lema ″Paz, Deporte y Progreso″, siendo su sede la residencia de su fundadora en la calle Esteban Cuello No. 27, donde aún permanece. Su primer presidente lo fue Cirilo Núñez, hijo de don Narciso Núñez, propietario de la ″Casilla La Cibaeña″, ubicada en el mercado público de entonces.

Entre las primeras atletas del Club figuraron  Dilcia Vagas, Cleotilde Medrano, Martha Garó, Mariana Matos, Hilda B. García, Rossin y Luisa Nova, Mayra López, Vanessa Guilliani, Sacia Olmo, Ana Ramírez, Deseo Ramírez (fallecida), Alba Luisa Reyes, Anita Pérez. Luego, y ya con mayor nivel y experiencia por el desarrollo del Club, entraron niñas como Nina Laurent, Agustina Almánzar, Carmen Acosta, Íngrid Cuesta, Carmen Batista, Sabina Cuevas, Nancy Gómez, Nieve Rodríguez, Alejandrina Aloys,  Alexandra Espinosa, Georgina Canario, Rossy Matos, y muchas más.  Todas ellas integraron los equipos del Club en sus diferentes categorías desde “mini voli” hasta la “Superior”.

La primera medalla de oro ganada por el Club fue lograda en un convivio celebrado en Puerto Plata, en el 1981. Luego se agregaron otras de Oro, Plata o Bronce ganadas en juegos nacionales organizados por el Estado o por la Federación Dominicana de Volibol, a saber:

Juegos Nacionales de San Pedro de Macorís, La Romana y La Vega, 3er. Lugar.

Juegos Nacionales de nuestra provincia (Barahona), 4to. Lugar.

Juegos Nacionales del 1987, celebrados en San Cristóbal, Medalla de Oro, sin perder un set contra el Distrito Nacional y Santiago por la región Norte.

Juegos Nacionales del 1992, celebrados en San Juan De la Maguana, Medalla de Oro.
Se habían cumplido sus sueños: “ganarle a esos equipos, ya que eran los mejores del país, eran las campeonas”.  Gran satisfacción invadió todo su ser, se dijo: “Misión Cumplida Barahona”!   El Club representó  a toda la Región Sur, desde Barahona hasta San Cristóbal, hazaña que no había logrado ningún otro equipo de voleibol.

A punto de cumplir 50 años ininterrumpidos bajando día tras día a la cancha “Marino G. Matos”,  e impartiendo las prácticas en sus diferentes categorías, no se cuentan las niñas que han pasado por las manos de Betsaida, contando en la actualidad con alrededor de un centenar. Solo Dios le ha premiado con salud y juicio para seguir adelante en tan hermosa labor, misma que se ha convertido en un “apostolado”.

Han favorecido al desarrollo del club, las exigencias a las niñas y la confianza de sus padres, cuyo apoyo agradece, al aceptar la práctica de tan hermoso deporte, declara Betsaida, al tiempo de señalar como dificultades la falta de apoyo de nuestras autoridades en la entrega de los materiales que les permitan realizar un mejor trabajo. 

Es proyecto  de mejora del Club lograr la construcción por parte del superior gobierno un techado para practicar de la manera más adecuada, acorde a los momentos actuales.

El Club Deportivo Barahona ha sido objeto de reconocimientos por parte de múltiples instituciones, incluyendo el Congreso Nacional y el Comité Olímpico Dominicano.

En el plano personal, Betsaida tiene en proyecto retirarse de las prácticas para dedicar tiempo a la conclusión de un poemario contentivo de 32 poemas de su autoría y, concomitantemente, recopilar todos los momentos vividos en tan ardua y hermosa tarea como es la práctica y enseñanza de una disciplina deportiva, en este caso el   Voleibol, obra que pretende aportar conocimientos sobre la historia y desarrollo evolutivo de este deporte en nuestra región Enriquillo.