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domingo, 1 de enero de 2023

Partió a los brazos del señor Aroldo Méndez Sánchez

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Por Praede Olivero Féliz

Ha partido a los brazos del señor nuestro Dios, mi camarada, compañero, hermano y amigo, Aroldo Méndez Sánchez.

La diabetes acabó con su vida y ante su cuerpo, ya que su alma volaba, cuál mariposa a los abrazos del todopoderoso, hice algunas reflexiones sobre su vida.

Aroldo desde muy joven abrazó la causa del pueblo militando en la Línea Roja del 14 de Junio 1J4 en la ciudad de Barahona, como uno de los verdaderos seguidores de Manolo Tavárez Justo.

Su historia en Barahona es una historia de amor por los pobres, de amor y heroísmo, en época de posguerra y de la terrible represión de la dictadura yanqui Balaguerista insta, cuando para pegar un afiche había que hacerlo armado para defender la vida, o cuando expresar las ideas llevaban a la juventud a la cárcel, al exilio y al cementerio.

Como muchos barahoneros se trasladó a la capital para preservar la vida y continuar su lucha, logrando trabajar en el taller de mecánica de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), pasando a integrarse a la lucha sindical desde el Comité Unitario de empleados, corriente sindical que incidía en el poderoso gremio que es la Asociación de Empleados Universitarios (ASODEMU).

Su participación sindical era orientada primero por la Línea Roja, luego por el Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD) del que participó en su fundación, pasando a formar parte del poderoso Comité Universitario William Mieses.

También trabajó en el proyecto de Frente Patriótico Nacional (FREPAN) y de la Unión Patriótica anti imperialista (UPA).

Esta breve historia nos dice que hemos perdido un cuadro revolucionario de calidad, que nunca claudicó y que me honró de haberlo acompañado desde que lo conocí hasta su lamentable partida física a destiempo.

Escribiré sobre otros valores humanos de Aroldo, que elevaban su dimensión y que todos deben conocer para que sepan el hombre que su familia, los sectores progresistas y el pueblo hemos perdido.