BUSCAR EN NUESTRA PAGINA

Header Ads

jueves, 11 de septiembre de 2025

La salud mental en los niños: cómo activar alertas

0 comments
Por Elizabeth Mora

La salud mental en la infancia es un tema que, muchas veces, se pasa por alto porque se cree que los niños “no tienen problemas” o que “no entienden”. Sin embargo, desde muy pequeños ellos experimentan emociones, atraviesan cambios y enfrentan situaciones que pueden impactar directamente en su bienestar emocional y psicológico. Prestar atención a las señales de alerta no solo ayuda a detectar posibles dificultades a tiempo, sino que también permite ofrecer herramientas para que los niños crezcan con resiliencia y equilibrio.

¿Por qué es importante cuidar la salud mental infantil?

La infancia es una etapa clave para el desarrollo de la personalidad, la autoestima y las habilidades sociales. Cuando un niño atraviesa dificultades emocionales sin el acompañamiento adecuado, estas pueden transformarse en problemas más serios en la adolescencia o en la adultez, como ansiedad, depresión o dificultades en las relaciones interpersonales.

Por eso, los padres, educadores y cuidadores tienen un rol fundamental: estar atentos a los cambios de conducta y a las señales que el niño expresa con su cuerpo, sus palabras o su comportamiento.

Señales de alerta a las que debemos prestar atención

Aunque cada niño es único y expresa sus emociones de manera distinta, existen ciertos indicadores que pueden servir como luces amarillas para activar la atención:

1. Cambios bruscos en el comportamiento
De la calma a la irritabilidad, de la alegría al aislamiento repentino. Estos cambios pueden reflejar que algo no está bien emocionalmente.

2. Problemas en el sueño o la alimentación

Pesadillas frecuentes, insomnio, dormir demasiado, pérdida del apetito o comer en exceso pueden ser señales de ansiedad o angustia.

3. Dificultades escolares

Un descenso en el rendimiento académico, problemas de concentración o pérdida de interés por la escuela pueden estar vinculados a un malestar emocional.

4. Quejas físicas recurrentes sin causa médica aparente

Dolores de cabeza, de estómago o cansancio constante pueden ser manifestaciones somáticas de problemas emocionales.

5. Aislamiento social

Cuando un niño evita jugar con otros, se aparta de amigos o se niega a participar en actividades que antes disfrutaba.

6. Expresiones de tristeza, miedo o desesperanza

Aunque los niños pequeños no siempre tienen el lenguaje para describir lo que sienten, sus palabras o dibujos pueden mostrar lo que les preocupa.

7. Conductas regresivas

Volver a hacerse pis en la cama, chuparse el dedo o necesitar excesivamente a los padres después de haber superado esas etapas.

¿Qué hacer si detectamos señales de alerta?

Escuchar sin juzgar: Dar espacio al niño para expresarse con confianza y sin temor a reprimendas.

Mantener rutinas estables: La estructura da seguridad y calma a los niños.

Fomentar la comunicación emocional: Enseñarles a poner nombre a lo que sienten (tristeza, miedo, alegría, enojo).

Buscar apoyo profesional: Psicólogos infantiles y psicoterapeutas especializados pueden orientar a la familia y al niño para intervenir de forma temprana.

Cuidar el entorno familiar: Los conflictos en casa, la violencia o la falta de comunicación afectan profundamente a los pequeños.

Activar alertas no significa alarmarse, sino reconocer que la salud mental de los niños merece tanta atención como la salud física. Estar atentos a las señales es un acto de amor y responsabilidad, que puede marcar la diferencia en el presente y en el futuro de los más pequeños.
 
Si notas que hay alguna conducta que no te parece habitual en tus niñas o niños busca ayuda de un profesional de la salud que puede orientarte donde llevarle.

La autora: Dra. Elizabeth Mora, MSc. 
Psicoterapeuta especialista en terapia sexual, familiar y de pareja.
Terapeuta cognitivo conductual niñas, niños y adolescentes.
Reside en Barahona.