BARAHONA La comunidad de Bahoruco fue el escenario de un encuentro histórico entre mineros y artesanos durante la celebración del Día Nacional del Larimar, una jornada que resaltó el valor humano, económico y cultural de quienes trabajan con la piedra azul que identifica a la República Dominicana.
El panel entre ambos sectores se convirtió en uno de los momentos más significativos del evento, donde se compartieron experiencias sobre los procesos de extracción, tallado, diseño y comercialización. Mineros expresaron el orgullo de ser “la raíz que permite que el Larimar llegue a las manos del mundo”, mientras artesanos destacaron la importancia de trabajar la piedra “con respeto, creatividad y responsabilidad social”.
Los propios protagonistas ofrecieron palabras que reflejaron la entrega detrás de cada pieza de Larimar:
Juan Encarnación, minero con más de 15 años en la loma, expresó entre aplausos: “Cada piedra que sacamos no es solo para venderla; es un pedazo de nuestra vida allá arriba. Uno entra a la mina sabiendo que es duro, pero también sabiendo que lo que hacemos mantiene viva esta tradición.”
La artesana Mariela Suero, conocida por sus piezas talladas a mano, destacó el vínculo emocional con el mineral: “Yo siempre digo que el Larimar se trabaja con respeto. No es solo cortar y pulir; es entender sus vetas, su luz, su historia. Cada pieza es única, como cada artesano que la transforma en arte.”
El joven lapidario Jordy Féliz, formado en la Escuela Taller Larimar, compartió la emoción de ver su trabajo reconocido: “Estudiar aquí me cambió la vida. Antes veía el Larimar como una piedra más. Hoy sé que estoy trabajando un patrimonio nacional. Esto es futuro, es identidad y es oportunidad para nosotros los jóvenes.”
Autoridades del Ministerio de Energía y Minas enfatizaron que la cadena de valor del Larimar depende del trabajo conjunto entre quienes lo extraen y quienes lo transforman. “Sin mineros no hay piedra; sin artesanos no hay arte”, resaltaron los organizadores, reconociendo que ambos gremios son fundamentales para preservar la identidad cultural de Barahona y del país.
