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martes, 24 de febrero de 2015

OPINION: 1966 Asesinato de Lauro Santana Figuereo (chacho) -Parte II-

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POR JOSE ALCANTARA

Por otra parte, a Barahona llegaron los combatientes de la revolución constitucionalista del año 1965. Varios autobuses de la Universidad Autónoma de Santo Domingo llegaron a esta ciudad con grandes cantidades de jóvenes revolucionarios. Unos venían para sus casas a estar tranquilos con su familia después de esa gesta heroica; pero otros regresaron para continuar con la lucha revolucionaria, para llevar a todo el territorio nacional, la revolución anhelada y provocar los cambios sociales que el pueblo en arma reclamó en el año 1965.

Bajo esa condiciones llegaron a Barahona Euridiades Santana Figuereo (Alias Paíto) y Oscar Santana Figuereo, entre otros. Estos dos hermanos estuvieron combatiendo en la revolución  del año 1965, en el comando Barahona. Nos narra su primo Irineo Peláez,  ex miembro del Movimiento Popular dominicano (MPD), que después de llegar de la revolución,  logro Oscar conseguir un trabajo en el ingenio Barahona en turnos rotativos y que los demás hermanos se dedicaron a realizar trabajos diferentes. Siguió narrando que Oscar era simpatizante del Movimiento Popular Dominicano (MPD), pero solo realizaba algunos pronunciamientos en contra de Balaguer.

Los “Incontrolables” ya habían comenzado a realizar estragos en las filas de los dirigentes revolucionarios y tan solo en el año 1966,  habían sido asesinados    Guillermo Peláez, Rolando de la Maza,  Radhamés García,  Vinicio Antonio Franco, Juan Rafael Bisonó Mera, Miguel Reyes Santini, Ramón Emilio Mejía (Pichirilo), entre otros  jóvenes. Alias Pichirilo fue el capitán del Granma, embarcación que llevo a Fidel Castro a las Playas de cuba.

El Presidente Balaguer inicio su mandato en la presidencia de la República, el 1ro. de julio del año 1966. Con el llegaron  parte de los remanentes del régimen de Trujillo al palacio presidencial, también  los criminales y torturados de esa dictadura fatal. Mientras aquí en Barahona, las calles lucían polvorientas y oscuras. Solo algunas de ellas del centro de la ciudad estaban asfaltadas. No existía para la época mucha fuente de trabajo. Los mismos estaban escasos y solo se tenía el Ingenio Barahona como la mayor empleadora de la región.