El presidente Luis Abinader avanzó otro paso con el desarrollo de Pedernales, la provincia más pobre del país con una tasa de alrededor del 75%, al dar la primera palada para la construcción del muelle de Cabo Rojo.
En torno a la zona, que goza de valiosos atractivos naturales, hermosas playas, se han anunciado múltiples proyectos, pero formalmente no se había iniciado el primero.
El gran compromiso de Abinader, sin embargo, no es comenzar una obra fundamental para el desarrollo de Pedernales y la zona, sino terminarla.
Por más alentador que resulte que por primera ocasión se haya pasado de la teoría a la práctica con respecto a las obras para mejorar las condiciones de vida tanto en Pedernales como en toda la región suroeste.
El puerto marítimo es parte de un proyecto que contempla la inversión de mil millones de dólares para levantar tres mil habitaciones hoteleras.
Con las obras el Gobierno espera que se generen 19,500 empleos y unos 56 mil indirectos. La palada dada ayer por el Presidente eleva las expectativas que se tienen sobre el desarrollo de la industria turística en lo que podría ser otro importante polo.
El éxito de Punta Cana es un buen referente para soñar con la recuperación y despegue de una provincia que dista de Santo Domingo de unos 300 kilómetros. En su recorrido Abinader presentó a inversionistas en la provincia el diseño del Plan de Desarrollo Urbano y Turístico de Pedernales.
